Expertos del Real Estate sostienen que sigue siendo un buen negocio comprar inmuebles usados o antiguos que requieren de alguna refacción para aumentar su valor y venderlos a un precio mayor.
Se estima que se puede obtener una rentabilidad entre 15% y 40% aunque todo dependerá del tiempo del reciclado y reventa. Sin embargo, hay que considerar varios factores para que este negocio, conocido como “flipping”, sea verdaderamente rentable.
Por un lado, el valor de la propiedad, que el precio sea justo o incluso que se pueda aprovechar alguna rebaja a la hora de invertir.
Por otro lado, el tipo de obras que necesita el inmueble. No es lo mismo una refacción sencilla que una reforma estructural. Las intervenciones más recomendadas son las que implican cambios estéticos: trabajos de pintura, revestimientos de pisos y paredes, interiores de placard o mobiliario que arme espacios. Mientras que lo más costoso suelen ser los cambios en la distribución de los ambientes y que incluyen zonas húmedas como el baño, la cocina, y el lavadero.
Lo ideal es tener una buena planificación y un presupuesto definido, así como contar con un equipo de profesionales para llevar a cabo las mejoras necesarias.
También es clave asesorarse para vender la vivienda al precio que el mercado convalida y que no se demore la operación a fin de no perder dinero.
En fin, hoy puede ser un gran día para “flippear” ♻