Quienes disponen de dinero no declarado tendrán la posibilidad de sincerarlo en la compra de viviendas usadas, lo que viene a sumarse a la posibilidad de comprar unidades en construcción, que también seguirá vigente.
Especialistas estiman que esta herramienta podría reactivar el mercado inmobiliario en todo el país, con foco en la ciudad de Buenos Aires.
Para calificar en el blanqueo, las propiedades adquiridas deberán estar destinadas a vivienda genuina o para ser alquiladas por 10 años.
Esto puede tener un doble beneficio, ya que por un lado es una herramienta legal para los que quieren blanquear los fondos y por el otro, un atenuante ante la falta de propiedades en alquiler.
En fin, tras un 2022 que no logró despegar del todo de la crisis inmobiliaria, esta medida puede ser un buen augurio para el 2023.
Elijo creer, capítulo mil ????